La bebida, conocida popularmente como ‘cococho’ o ‘chirrinchi’, era comercializada en botellas plásticas sin etiquetas ni registros sanitarios a precios muy bajos, entre 1.000 y 2.000 pesos.
Las pruebas de laboratorio realizadas por la Secretaría de Salud Distrital confirmaron la presencia de metanol, un alcohol industrial altamente tóxico, en el organismo de los afectados. La secretaria Stephanie Araujo explicó que el metanol causa síntomas severos como acidosis metabólica, dificultad respiratoria, alteraciones neurológicas y, en muchos casos, la muerte.
El toxicólogo Agustín Guerrero advirtió sobre las secuelas irreversibles para los sobrevivientes, señalando que “el 90 % de los que logran sobrevivir quedan ciegos y con serias afectaciones neurológicas”.
En respuesta a la crisis, las autoridades distritales instalaron un Puesto de Mando Unificado (PMU) para coordinar la atención a las víctimas y sus familias, incluyendo auxilios funerarios. La Policía Metropolitana ha realizado operativos en barrios como Las Nieves y Rebolo, desmantelando una fábrica clandestina y decomisando insumos para la producción del licor. Las investigaciones revelaron que uno de los inmuebles utilizados para la fabricación estaba bajo administración de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). La Procuraduría General de la Nación ha solicitado informes a la Alcaldía sobre los controles aplicados para frenar la distribución de estas bebidas.