Las imágenes que circularon en redes sociales mostraban a varios internos consumiendo cerveza, utilizando teléfonos celulares y bailando con música a alto volumen en uno de los pabellones, en una celebración que habría tenido lugar durante el fin de semana de Amor y Amistad. Este hecho generó una fuerte indignación pública, no solo por la flagrante violación del reglamento penitenciario, sino porque evidencia la capacidad de poder y control que mantienen estructuras criminales como 'Los Costeños' desde el interior de las cárceles. En respuesta, el INPEC anunció el traslado de los reclusos implicados a cárceles de máxima seguridad y la apertura de una investigación interna para determinar posibles actos de corrupción por parte del personal de guardia. Además, se realizaron operativos de registro y control en el pabellón donde ocurrió la fiesta, en los que se decomisaron elementos prohibidos como una nevera, dos celulares, cargadores, audífonos y siete armas cortopunzantes de fabricación artesanal. El incidente resalta un problema persistente: el uso de dispositivos de comunicación desde las prisiones para coordinar delitos como la extorsión, que afecta gravemente a comerciantes en Barranquilla y su área metropolitana.