Una grave emergencia de salud pública sacude a Barranquilla tras la muerte de al menos 11 personas y la hospitalización de más de una docena por el consumo de licor adulterado. La tragedia ha puesto en alerta máxima a las autoridades sanitarias y ha destapado la peligrosa red de producción y venta de bebidas clandestinas en la ciudad. La crisis se desató tras el consumo de una bebida artesanal conocida como 'cococho', vendida a bajo costo, principalmente en el sector de El Boliche, en el centro de Barranquilla. El último reporte oficial de la Alcaldía detallaba un balance de 11 fallecidos, 10 pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), 7 en hospitalización y dos personas dadas de alta. Las víctimas son en su mayoría vendedores ambulantes, bicitaxistas y habitantes de calle. Las pruebas de laboratorio confirmaron la causa de la intoxicación: la presencia de metanol, un alcohol industrial altamente tóxico. La secretaria de Salud, Stephanie Araujo, reveló que los análisis a los afectados arrojaron positivo para esta sustancia. El toxicólogo Agustín Guerrero, quien atiende varios casos, advirtió sobre las devastadoras secuelas que podrían sufrir los sobrevivientes, afirmando que "el 90 % de los afectados cuando se recuperan quedan ciegos, además de eso los efectos neurológicos también son devastadores porque los pacientes quedan con alteraciones similares al parkinson".
En respuesta, la Alcaldía Distrital activó un Puesto de Mando Unificado (PMU) permanente para coordinar la respuesta institucional, mientras la Fiscalía inició investigaciones para judicializar a los responsables. Las pesquisas llevaron al descubrimiento de que el licor se fabricaba en un predio del barrio Las Nieves bajo administración de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que había sido invadido para operar la destilería clandestina.
En resumenLa intoxicación masiva por licor con metanol en Barranquilla constituye una de las peores emergencias sanitarias recientes, dejando un saldo trágico de muertes y heridos graves. El suceso ha expuesto la vulnerabilidad de la población ante el mercado ilegal de alcohol y ha movilizado una respuesta interinstitucional para atender la crisis y perseguir a los responsables de la producción y distribución del veneno.