Las detenciones se llevaron a cabo en los barrios Gaira de Santa Marta, y Villa Carolina y San Pachito en Barranquilla. Los tres capturados son requeridos en extradición por una corte del Distrito de Puerto Rico, en Estados Unidos, por delitos de narcotráfico.
Según la investigación, la organización criminal utilizaba un método sofisticado para contaminar buques de carga.
Adherían cajas que contenían clorhidrato de cocaína a los cascos de las embarcaciones mediante dispositivos magnéticos. Para asegurar el éxito de sus operaciones, la red contaba con información privilegiada proporcionada por trabajadores portuarios y de logística marina, quienes les suministraban detalles sobre los itinerarios, rutas y posiciones exactas de los buques. Esto les permitía coordinar la adhesión y posterior recuperación de la droga en su destino sin ser detectados por las autoridades. Las capturas son el resultado de un trabajo conjunto con agencias internacionales y marcan un golpe significativo a las estructuras del narcotráfico que operan en la Costa Atlántica.