Las exportaciones fueron las más afectadas, con un descenso del 15,85%, mientras que las importaciones registraron un ligero aumento del 0,7%. Específicamente, la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla vio un decrecimiento del 21,6% en su carga movilizada. A pesar de estas cifras, Lucas Ariza, director ejecutivo de Asoportuaria, enfatizó la profunda conexión entre la actividad portuaria y la transformación social de las comunidades aledañas. Ariza argumenta que el impacto económico va más allá de las grandes empresas, generando una cadena de oportunidades para pequeños negocios como tiendas, restaurantes y servicios de mantenimiento para camiones. Resaltó que el éxito de las empresas portuarias permite multiplicar los apoyos a la comunidad, como la construcción de colegios y el respaldo a emprendimientos locales. Mencionó casos de éxito como el de una persona de Palermo que pasó de la informalidad a crear una empresa operadora portuaria, empleando a otros miembros de su comunidad. Para maximizar estos beneficios, Ariza subraya la necesidad de una mejor articulación con entidades como el SENA para alinear la capacitación con las demandas del sector logístico.