Aunque la confirmación oficial por parte de la Conmebol está pendiente, las declaraciones de Fernando Costa, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, y de Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, indican que las gestiones están muy avanzadas y las probabilidades son "muy altas". La elección de Barranquilla no es casual, ya que el Metropolitano, con su capacidad actual superior a los 45.000 espectadores, cumple con los requisitos mínimos del torneo. Coincidiendo con esta postulación, el alcalde Alex Char anunció un plan de modernización para el estadio con una inversión cercana a los 250.000 millones de pesos, cuyas obras iniciarían al finalizar la temporada de 2025. El proyecto es transformador: se eliminará la pista atlética para acercar las tribunas al campo de juego, mejorando la experiencia de los aficionados, y se bajará el nivel del césped en 1,8 metros. La modificación más significativa será la ampliación del aforo a 60.000 espectadores, lo que convertiría al Metropolitano en el estadio con mayor capacidad de Colombia. Esta inversión no solo apunta a la Sudamericana; el alcalde Char ha manifestado que el objetivo final es posicionar a Barranquilla para albergar en el futuro la final de la Copa Libertadores, el torneo de clubes más prestigioso del continente.