El evento no solo superó las expectativas en asistencia, sino que también estableció un nuevo récord en transacciones comerciales.
Con una asistencia de más de 22.000 personas y la participación de 165 expositores, la feria generó ventas por $2.400 millones, lo que representa un notable incremento del 47,4% en comparación con la edición anterior, según cifras de Fenalco.
Este impacto económico trasciende el sector gastronómico, beneficiando también a las industrias hotelera, de transporte y logística.
Patricia Maestre de Celia, directora del evento, destacó la madurez alcanzada por la feria: “Hemos llegado a la mayoría de edad con una feria sólida, profesional y con calidad.
Hoy Sabor Barranquilla tiene una voz fuerte para defender nuestra cultura y nuestra sociedad desde las cocinas del Caribe”.
Bajo el lema “La cocina es VIDA”, esta edición no solo celebró los sabores, sino que también promovió la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza.
El evento sirvió de vitrina para cocinas de diversas regiones de Colombia y chefs internacionales, además de impulsar a microempresarios, que representaron más del 30% de los participantes. Instituciones como el SENA, la Cámara de Comercio de Barranquilla y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (C.R.A.)
también tuvieron una presencia destacada, mostrando el talento local y promoviendo negocios sostenibles.
La feria se ha convertido en una plataforma integral que, como señaló el chef Álex Quessep, es un “acto convergente en torno a lo que nos une: la comida”, fortaleciendo la identidad cultural y proyectando a Barranquilla como una capital gastronómica.