
Crisis de seguridad por extorsión y violencia contra comerciantes
La creciente ola de extorsiones y ataques violentos contra comerciantes en Barranquilla ha generado una grave crisis de seguridad, evidenciada por el reciente atentado contra un tendero y el asesinato de vigilantes. Este fenómeno, atribuido a bandas criminales como 'Los Costeños', pone de manifiesto la vulnerabilidad del sector comercial y la urgencia de respuestas contundentes por parte de las autoridades. La situación se materializó con la captura de un adolescente de 17 años, presunto autor del atentado contra José Alfredo Bueno Quiñónez, propietario de una tienda en el barrio Lucero, quien resultó gravemente herido el 13 de agosto. La operación, liderada por la Policía Metropolitana de Barranquilla, no solo resultó en la aprehensión del joven, sino también en la incautación de pruebas determinantes que lo vinculan con el grupo delincuencial 'Los Costeños'. Según el reporte oficial, se encontraron “1 arma de fuego, tipo pistola, 8 cartuchos calibre 5.56 mm, 5 panfletos con mensajes alusivos al grupo delincuencial organizado Los Costeños y Bloque Resistencia Caribe, ropa y los tenis que fueron utilizados el día de los hechos”. Este hallazgo de panfletos sugiere que el ataque no fue un hecho aislado, sino parte de una estrategia sistemática de intimidación y extorsión que afecta al comercio en toda la región. El historial del menor, quien ya había sido aprehendido en marzo, evidencia un patrón de reincidencia y la instrumentalización de jóvenes por parte de estas estructuras criminales. Este caso se enmarca en un contexto más amplio de inseguridad, donde la intimidación a comerciantes y los homicidios de vigilantes informales reflejan la creciente presión de los grupos delictivos, generando un clima de miedo que amenaza la estabilidad económica y social de la ciudad.


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