La fiscalía argumentó que Chávez no se había presentado a controles biométricos obligatorios y había faltado a sesiones del juicio.

El juez supremo ordenó su captura internacional, lo que llevó al primer ministro peruano a anunciar que denunciará a México por una presunta “injerencia en temas internos”.

La tensión escaló cuando el presidente de Colombia, Gustavo Petro, advirtió que cerraría la embajada de su país en Perú y rompería vínculos diplomáticos si las autoridades peruanas capturan a Chávez dentro de la legación mexicana. Por su parte, el gobierno peruano ha indicado que pospondrá la decisión sobre el salvoconducto para Chávez, priorizando otras reformas internas mientras busca asesoría de la OEA.