Israel justificó sus acciones como respuesta a disparos de militantes de Hamás en Khan Younis, en una escalada de acusaciones mutuas. La situación humanitaria en la región es crítica, con escasez de combustible y dificultades para la reconstrucción. En el plano diplomático, el Consejo de Seguridad de la ONU respaldó con 13 votos a favor y dos abstenciones (China y Rusia) un plan estadounidense de 20 puntos. La iniciativa propone la creación de una “Junta de Paz” presidida por Trump y una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF) para desmilitarizar la franja y asegurar las fronteras. Mientras el gobierno israelí y la Autoridad Palestina aceptaron la propuesta como un camino hacia la paz, Hamás la rechazó, argumentando que el despliegue de una fuerza internacional representaría una “pérdida de soberanía” para los palestinos. La implementación del plan enfrenta grandes obstáculos debido a la oposición de Hamás y la complejidad de la desmilitarización.