Chile se encamina a una segunda vuelta presidencial altamente polarizada el 14 de diciembre, que enfrentará a la candidata de izquierda y militante del Partido Comunista, Jeannette Jara, con el líder de ultraderecha José Antonio Kast. Los resultados de la primera vuelta reflejan un rechazo al continuismo del gobierno progresista de Gabriel Boric y una profunda división en la sociedad chilena, un fenómeno que se alinea con el giro hacia la derecha en otras partes de Sudamérica. Jara, representante de la coalición oficialista, obtuvo una estrecha ventaja en la primera vuelta, pero enfrenta el desafío de ampliar su base de votantes más allá de la izquierda tradicional. En su discurso, hizo un llamado a la unidad para cuidar una democracia que, según ella, “hoy se pone en riesgo”. Por su parte, Kast, del Partido Republicano, ha moderado su discurso en comparación con campañas anteriores, centrándose en las principales preocupaciones ciudadanas: seguridad, control migratorio y economía.
Tras los resultados, Kast instó a evitar la continuidad de un “muy mal gobierno” y ya ha recibido el apoyo de otras figuras de la derecha, como Evelyn Matthei y Johannes Kaiser. El resultado de la elección es incierto y dependerá en gran medida de la capacidad de ambos candidatos para atraer al electorado de centro y a los votantes del populista Franco Parisi, quien sorprendió al quedar en tercer lugar con un 19% de los votos.
La nueva configuración del Congreso, que también quedó dividido, anticipa que el próximo presidente, sea quien sea, no tendrá mayoría y deberá negociar para gobernar.
En resumenLa elección presidencial en Chile se definirá en una segunda vuelta entre la candidata comunista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast, reflejando una profunda polarización social y un rechazo al gobierno actual. El resultado dependerá de la conquista del voto moderado, en un escenario político fragmentado que augura un gobierno sin mayorías parlamentarias.