La relación entre Estados Unidos y Venezuela se encuentra en un punto crítico, marcada por una estrategia dual de máxima presión militar por parte de la administración Trump y una simultánea apertura a un posible diálogo con el gobierno de Nicolás Maduro. Esta ambivalencia define un escenario de alta incertidumbre en el hemisferio occidental. La postura de Washington se ha endurecido significativamente con el despliegue de una formidable fuerza militar en el Caribe, incluyendo el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del mundo. Esta movilización se enmarca en la denominada 'Operación Lanza del Sur', una campaña antidrogas que ha resultado en ataques letales contra presuntas 'narcolanchas', dejando decenas de muertos. La ofensiva se complementa con la designación del 'Cartel de los Soles', que según Washington es liderado por Maduro, como una organización terrorista extranjera, lo que abre la puerta a posibles acciones militares bajo la ley estadounidense.
En respuesta, Venezuela ha elevado su alerta militar, ordenando un despliegue 'masivo' de sus fuerzas y activando una nueva fase de su 'Plan Independencia 200' para enfrentar lo que califica como 'amenazas imperiales'. Maduro ha advertido que una intervención militar significaría 'el fin político' de Donald Trump.
Sin embargo, en medio de esta escalada, ambos líderes han manifestado su disposición a conversar.
Trump declaró que no descarta hablar 'en algún momento' con Maduro, quien a su vez respondió estar listo para un diálogo 'cara a cara' para resolver las diferencias por la vía diplomática. Esta compleja dinámica, que combina una retórica beligerante y un despliegue militar sin precedentes con la posibilidad de un acercamiento diplomático, mantiene a la región en vilo.
En resumenLa política de Estados Unidos hacia Venezuela combina una presión militar y diplomática sin precedentes, a través de operaciones como 'Lanza del Sur' y la designación terrorista del 'Cartel de los Soles', con una sorpresiva disposición al diálogo por parte de ambos presidentes, creando un entorno geopolítico volátil y de resultados impredecibles.