La situación humanitaria en la Franja es crítica; la sanidad está en “cuidados intensivos” y la vida cotidiana es descrita como algo que “se parece a la muerte”. La ONU ha advertido sobre el escaso ingreso de camiones de ayuda. Surgen también graves acusaciones de crímenes de guerra.

Un soldado israelí confesó anónimamente que se utilizaban palestinos como escudos humanos y que se consideraba terrorista a todo hombre mayor de 15 años.

Estas prácticas, ilegales bajo el derecho internacional, habrían sido reportadas por agencias de inteligencia de EE.

UU. a la Casa Blanca.

En Cisjordania, la violencia de los colonos israelíes se ha intensificado. Se han documentado 536 ataques en octubre, incluyendo la quema de una mezquita en Deir Istiya y la destrucción de olivares, lo que ha provocado una crisis de desplazamiento. En medio de este panorama, la Unión Europea evalúa una propuesta para entrenar a 3.000 policías palestinos para un futuro despliegue en Gaza como parte de un “plan de paz”.