Rusia ha expresado su preocupación, instando a Washington a no tomar medidas que desestabilicen Venezuela.

El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, pidió que las acciones se ajusten al derecho internacional.

La escalada ha fracturado alianzas clave para EE.

UU. Colombia y el Reino Unido suspendieron la cooperación de inteligencia con Washington, y Francia expresó su preocupación por los bombardeos, que según informes han causado la muerte de más de 76 personas. Por su parte, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aseguró que su país no colaborará en ningún “acto hostil contra Venezuela” a pesar de los entrenamientos militares conjuntos con EE.

UU.

Esta pérdida de apoyo de aliados tradicionales parece fortalecer la posición de Maduro en la región.