Esta postura ha sido fuertemente criticada.
Altos funcionarios de la ONU y Human Rights Watch han denunciado las operaciones como “ejecuciones extrajudiciales”. Líderes regionales como el presidente colombiano Gustavo Petro acusaron a Estados Unidos de “matar gente pobre en el Caribe”, mientras que el mandatario venezolano Nicolás Maduro solicitó una respuesta regional unificada en la cumbre de la CELAC. Incluso aliados europeos expresaron su preocupación; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo un llamado al respeto del derecho internacional, en una crítica velada a las acciones unilaterales de Washington.













