Las relaciones entre Perú y México han colapsado con la ruptura de lazos diplomáticos anunciada por Lima, tras la decisión del gobierno mexicano de otorgar asilo político a Betssy Chávez, ex primera ministra del destituido presidente Pedro Castillo. Este hecho marca el punto más bajo en una tensión que venía creciendo desde 2023, evidenciando una profunda división ideológica en la región.\n\nEl canciller peruano, Hugo de Zela, calificó la concesión del asilo como un "acto inamistoso" y una "inaceptable injerencia en asuntos internos". Betssy Chávez se refugió en la embajada de México en Lima mientras enfrenta una investigación por su presunta complicidad en el delito de rebelión, relacionado con el fallido autogolpe de Estado de Pedro Castillo en diciembre de 2022. La fiscalía peruana ha solicitado 25 años de prisión para ella. En respuesta a la ruptura, el gobierno de Perú declaró "persona non grata" a la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
La crisis diplomática no es un hecho aislado.
Las tensiones comenzaron en 2023, con el gobierno mexicano, entonces bajo el mando de Andrés Manuel López Obrador, mostrando su apoyo a Castillo y cuestionando la legitimidad del gobierno peruano.
Esta postura ha sido continuada por la administración de Sheinbaum. El gobierno peruano lamentó la decisión de México, calificándola de "unilateral, excesiva y desproporcionada", mientras que la Secretaría de Relaciones Exteriores de México no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre la ruptura de relaciones. Este conflicto diplomático subraya las fracturas políticas en América Latina, donde las afinidades ideológicas entre gobiernos a menudo influyen en las relaciones exteriores y en la interpretación de las crisis institucionales de los países vecinos.
En resumenLa ruptura de relaciones entre Perú y México, motivada por el asilo a la ex primera ministra Betssy Chávez, representa una grave crisis diplomática en América Latina. El conflicto refleja cómo las diferencias ideológicas y las posturas sobre crisis internas de otros países pueden llevar a la desintegración de lazos históricos, afectando la estabilidad y cooperación regional.