Sin embargo, la tensión subyacente persiste, con Washington advirtiendo a China sobre el cumplimiento de acuerdos sobre tierras raras. En el ámbito militar, China ha presentado su tercer portaaviones, el Fujian, el primero de diseño completamente chino.

Este buque representa un salto tecnológico significativo al contar con catapultas electromagnéticas, una tecnología que hasta ahora solo poseía Estados Unidos y que permite el lanzamiento de aviones más pesados. Aunque el Fujian no cuenta con propulsión nuclear, lo que limita su autonomía en comparación con los portaaviones estadounidenses, su puesta en servicio es vista como un desafío directo al dominio naval de Washington y ha generado preocupación entre sus vecinos.