La rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China se intensifica en dos frentes estratégicos: la carrera por el dominio de la tecnología de semiconductores y la demostración de poderío naval. Estos ámbitos, considerados cruciales para la economía y la seguridad del siglo XXI, son escenario de una creciente tensión que involucra aranceles, avances tecnológicos y alianzas estratégicas.\n\nEn el campo tecnológico, los semiconductores se han convertido en "el petróleo del siglo XXI". China está acelerando su ambicioso plan para dominar la producción de microchips, mientras Estados Unidos responde con una política de aranceles para frenar su avance. En medio de esta disputa se encuentra Taiwán, epicentro de la fabricación mundial gracias a su empresa líder TSMC, que navega las crecientes tensiones en las negociaciones arancelarias con Washington. Recientemente, Pekín suspendió por un año nuevos aranceles a Estados Unidos y levantó gravámenes a bienes agrícolas, a lo que la administración Trump respondió con una reducción de aranceles adicionales, indicando un respiro temporal en la guerra comercial.
Sin embargo, la tensión subyacente persiste, con Washington advirtiendo a China sobre el cumplimiento de acuerdos sobre tierras raras. En el ámbito militar, China ha presentado su tercer portaaviones, el Fujian, el primero de diseño completamente chino.
Este buque representa un salto tecnológico significativo al contar con catapultas electromagnéticas, una tecnología que hasta ahora solo poseía Estados Unidos y que permite el lanzamiento de aviones más pesados. Aunque el Fujian no cuenta con propulsión nuclear, lo que limita su autonomía en comparación con los portaaviones estadounidenses, su puesta en servicio es vista como un desafío directo al dominio naval de Washington y ha generado preocupación entre sus vecinos.
En resumenLa competencia entre Estados Unidos y China se manifiesta en una guerra tecnológica por los semiconductores y una carrera armamentista naval. Mientras China avanza en su autosuficiencia tecnológica y modernización militar con hitos como el portaaviones Fujian, Estados Unidos utiliza herramientas económicas como los aranceles para mantener su hegemonía, configurando un escenario de rivalidad estratégica global.