Esta búsqueda de una alianza reforzada con Europa es una respuesta directa del gobierno de Sheinbaum a los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, que han afectado el comercio mexicano. Sin embargo, la visita no estuvo exenta de fricciones. La presidenta Sheinbaum aprovechó la ocasión para solicitar formalmente a Francia la devolución de una serie de manuscritos de los pueblos originarios que se encuentran en posesión de instituciones francesas. Esta demanda se inscribe en un movimiento global más amplio de restitución de patrimonio cultural y añade un punto de contención diplomática a la reunión. A pesar de este punto de discordia, el objetivo principal de la visita fue claro: fortalecer los lazos comerciales y políticos como un contrapeso a la creciente presión de Washington, demostrando la intención de ambos países de diversificar sus alianzas en un entorno geopolítico incierto.