La guerra en Ucrania se ha recrudecido con una doble estrategia rusa que combina una intensa ofensiva terrestre sobre la ciudad de Pokrovsk con bombardeos sistemáticos contra la infraestructura energética del país. Estos acontecimientos marcan una fase crítica del conflicto, amenazando con una catástrofe humanitaria ante la llegada del invierno y reconfigurando el panorama diplomático y militar en Europa del Este.\n\nEl epicentro de los combates terrestres es Pokrovsk, un nudo logístico clave en la región de Donetsk. El ejército ruso afirma haber logrado "avances sustanciales" y reporta la muerte de más de 1.400 soldados ucranianos en una semana, buscando la que sería su mayor conquista territorial desde 2023. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, visitó a las tropas en la zona para reafirmar la resistencia, mientras su comandante en jefe, Oleksander Syrskyi, admite que sus fuerzas resisten ataques constantes en un corredor cada vez más estrecho.
La defensa ucraniana se ve complicada por la superioridad numérica y tecnológica rusa, que emplea drones y bombas guiadas lanzadas desde larga distancia. Paralelamente, Rusia ha intensificado sus ataques con drones y misiles contra la red energética ucraniana, provocando cortes de electricidad en múltiples regiones, incluida la capital, Kiev. Esta táctica busca mermar la capacidad de resistencia del país y afectar a la población civil.
En respuesta, Ucrania ha asegurado un acuerdo para importar 300 millones de metros cúbicos de gas para el invierno y ha atacado refinerías en territorio ruso. La comunidad internacional ha reaccionado con un mayor apoyo a Kiev; Alemania anunció un récord de asistencia militar de 13.200 millones de dólares para 2026, y la Unión Europea ha endurecido los requisitos de visado para ciudadanos rusos ante el temor de sabotajes.
En resumenLa estrategia rusa en Ucrania se centra en la conquista de Pokrovsk y la destrucción de su infraestructura energética, lo que agrava la crisis humanitaria. Ucrania resiste con el apoyo militar y financiero de sus aliados occidentales, mientras la intensificación del conflicto redefine las tensiones de seguridad en Europa.