Ha surgido una fuerte crítica contra el gobierno filipino por la presunta falta de alertas oportunas que advirtieran a la población del peligro inminente.

El presidente Ferdinand Marcos Jr.

ha declarado el estado de calamidad nacional para facilitar las labores de rescate y ayuda. Filipinas, que sufre un promedio de veinte tifones al año, enfrenta una temporada particularmente activa, y los científicos advierten que el cambio climático está intensificando la fuerza de estas tormentas. Mientras tanto, Vietnam se prepara para recibir al ciclón tropical, con previsiones de olas de hasta ocho metros, lo que aumenta la preocupación por posibles daños en su costa.