Por su parte, Human Rights Watch Brasil calificó el operativo de "desastre" y "una enorme tragedia". El gobernador de Río, Cláudio Castro, describió la situación como una "guerra" y criticó la falta de apoyo del gobierno federal de Luiz Inácio Lula da Silva, cuya intervención se produce a pocos días de que Brasil acoja eventos relacionados con la cumbre climática COP30.