“Debido a su grave tergiversación de los hechos y su acto hostil, estoy aumentando el arancel a Canadá en 10% por encima de lo que están pagando ahora”, comunicó Trump a través de su red social, Truth Social. Esta medida se suma a los aranceles ya existentes, que afectan principalmente a los sectores del acero, el aluminio y la industria automotriz de Canadá. Como consecuencia directa, Trump anunció la suspensión de “todas las conversaciones con Canadá” y declaró que no tiene intención de reunirse con el primer ministro canadiense, Mark Carney, “por un tiempo”. La economía canadiense, altamente dependiente del mercado estadounidense, que recibe cerca del 75% de sus exportaciones, enfrenta un nuevo golpe, especialmente en Ontario, epicentro del impacto económico derivado de esta escalada arancelaria.