La disputa ha generado una nueva crisis diplomática entre los dos países vecinos y socios comerciales clave.
La controversia se desató a raíz de un anuncio televisivo financiado por el gobierno provincial de Ontario, en el que se criticaban los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio. La campaña incluía un video de 1987 del expresidente Ronald Reagan, un ícono republicano, en el que advertía que los aranceles causan “guerras comerciales y desastres económicos”.
El presidente Trump reaccionó con furia, calificando el anuncio de “falso y fraudulento” y una muestra de “mala fe”. A través de su red social Truth Social, anunció el fin inmediato de las negociaciones, un cambio de postura repentino tras una reunión cordial con el primer ministro canadiense, Mark Carney, el 7 de octubre.
La Fundación Ronald Reagan también se pronunció, denunciando que el video tergiversaba las palabras del expresidente y que no se había solicitado permiso para su uso. Por su parte, el primer ministro Carney declaró que su gobierno está listo para reanudar las conversaciones, lamentando la interrupción del diálogo que buscaba resolver las disputas comerciales.
La ruptura amenaza con imponer nuevas tarifas a sectores clave como el automotriz y afecta el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).












