Esta medida podría derivar en la imposición de nuevos aranceles. La tensión se ha intensificado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, con restricciones a las exportaciones tecnológicas por parte de EE. UU. y la limitación del envío de minerales estratégicos por parte de China. Trump ha amenazado con aplicar un arancel del 100 % a las importaciones chinas a partir del 1 de noviembre si Pekín no cede.

En este contexto, el presidente estadounidense emprenderá una gira por Asia que incluye paradas en Malasia, Japón y Corea del Sur, donde se reunirá con Xi Jinping el 30 de octubre durante la cumbre de la APEC. A pesar de la retórica confrontacional, Trump expresó optimismo sobre la posibilidad de “alcanzar un acuerdo con Xi sobre comercio y otros temas”.

Por su parte, el Comité Central del Partido Comunista Chino presentó su plan quinquenal, que busca fortalecer el consumo interno para reducir la dependencia del exterior, una estrategia influenciada directamente por la guerra comercial.