La disputa comercial entre Estados Unidos y China ha entrado en una nueva fase de tensión, con Washington iniciando una investigación arancelaria contra Pekín y amenazando con nuevas sanciones. Esta escalada se produce en vísperas de una crucial gira asiática del presidente Donald Trump, que incluye una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping. El gobierno de Trump anunció la apertura de una investigación bajo la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 para determinar si China ha cumplido con los compromisos del “Acuerdo de Fase Uno” firmado en 2020. El representante comercial, Jamieson Greer, indicó que se examinará “la carga o restricción sobre el comercio estadounidense resultante del incumplimiento de China”.
Esta medida podría derivar en la imposición de nuevos aranceles. La tensión se ha intensificado desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, con restricciones a las exportaciones tecnológicas por parte de EE. UU. y la limitación del envío de minerales estratégicos por parte de China. Trump ha amenazado con aplicar un arancel del 100 % a las importaciones chinas a partir del 1 de noviembre si Pekín no cede.
En este contexto, el presidente estadounidense emprenderá una gira por Asia que incluye paradas en Malasia, Japón y Corea del Sur, donde se reunirá con Xi Jinping el 30 de octubre durante la cumbre de la APEC. A pesar de la retórica confrontacional, Trump expresó optimismo sobre la posibilidad de “alcanzar un acuerdo con Xi sobre comercio y otros temas”.
Por su parte, el Comité Central del Partido Comunista Chino presentó su plan quinquenal, que busca fortalecer el consumo interno para reducir la dependencia del exterior, una estrategia influenciada directamente por la guerra comercial.
En resumenLa reactivación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, marcada por una nueva investigación arancelaria de Washington y amenazas de aranceles del 100%, eleva la tensión global. La próxima reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en Asia será determinante para definir el rumbo de la relación entre las dos mayores economías del mundo, en un contexto de mutua desconfianza y disputas estratégicas.