UU., Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, mantuvieron una llamada telefónica calificada como “franca y constructiva”.

Como resultado, acordaron celebrar “lo antes posible” una nueva ronda de negociaciones en Malasia.

Este encuentro servirá para preparar una cumbre entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en el marco del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). La urgencia del diálogo es subrayada por la advertencia de los ministros de finanzas del G20, quienes señalaron que las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo podrían frenar la recuperación global.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la escalada arancelaria podría reducir el crecimiento mundial hasta en un 7%.

En este contexto, el presidente del Bundesbank de Alemania, Joachim Nagel, ha instado a Europa a adoptar una postura “más ofensiva” en sus relaciones comerciales con China, argumentando que “China necesita a Europa más de lo que Europa necesita a China”. La disputa actual se intensificó después de que Trump amenazara con un incremento “masivo” de gravámenes si Pekín no cedía en sus políticas comerciales.