La contienda, disputada entre dos candidatos de derecha, se desarrolla en medio de la peor crisis económica que ha enfrentado la nación en cuatro décadas.

Los más de 7,9 millones de bolivianos habilitados para votar deben elegir entre el exmandatario conservador Jorge “Tuto” Quiroga y el senador y economista liberal Rodrigo Paz.

Ambos candidatos proponen recetas liberales para atajar la crisis, que se manifiesta en una caída del 2,4% en la producción nacional, una inflación del 23%, escasez de dólares y largas filas para conseguir combustible. Ambos coinciden en la necesidad de reducir los subsidios a los carburantes, una medida que podría profundizar la crisis a corto plazo. Esta elección es la primera segunda vuelta presidencial desde la Constitución de 2009 y se produce tras el debilitamiento del MAS, que no logró posicionar un candidato fuerte en la primera ronda. El expresidente Evo Morales, inhabilitado para postularse, ha mantenido una postura ambigua, llamando inicialmente al voto nulo —que alcanzó un 19,2%— y ahora dejando en libertad a sus seguidores, aunque advirtió que “dará batalla en las calles” si gana la derecha. La campaña electoral también ha estado marcada por la desinformación y el uso de noticias falsas, lo que ha requerido la intervención de organizaciones de verificación de datos. Además, líderes indígenas han denunciado que sus derechos no fueron tenidos en cuenta en las propuestas de ninguno de los candidatos.