Sin embargo, Trump se ha mostrado reticente a la entrega de este armamento para evitar una “escalada” del conflicto.

Aunque no descartó la posibilidad, su postura se enfrió tras una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin. Tras esa llamada, Trump anunció su intención de reunirse con Putin en Budapest para negociar el fin de la guerra, sugiriendo que ambas partes “detenganse donde están”.

Esta aproximación diplomática genera preocupación en Europa ante un posible acuerdo que favorezca a Moscú.

Mientras tanto, el conflicto en el terreno no cesa. Rusia ha continuado sus ataques masivos con drones contra la infraestructura energética de Ucrania en varias regiones, provocando cortes de emergencia en el suministro eléctrico. La falta de apoyo militar contundente por parte de Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a armas de largo alcance, es vista como una de las principales debilidades de Ucrania para sostener su defensa y capacidad de contraataque.