Esta declaración busca disipar las dudas generadas por la administración estadounidense y recalcar la importancia que España otorga a la alianza de seguridad transatlántica. La controversia pone de relieve una de las exigencias recurrentes de Trump a los miembros europeos de la OTAN: aumentar su inversión en defensa para alcanzar el objetivo del 2% del PIB, un compromiso que varios países, incluida España, aún no cumplen. Este episodio evidencia las fricciones dentro de la alianza, donde la presión de Estados Unidos por una mayor repartición de la carga financiera choca con las prioridades presupuestarias de algunos de sus socios europeos.