En un gesto que subraya las alineaciones geopolíticas, dedicó el premio al presidente estadounidense Donald Trump, afirmando que cuenta con él como un aliado clave.

La reacción internacional ha sido mayoritariamente de celebración, con felicitaciones de los expresidentes colombianos Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, así como del expresidente estadounidense Barack Obama y líderes de toda la región, quienes elogiaron su "valentía" y "lucha por la libertad". Sin embargo, la Casa Blanca criticó la decisión, declarando que el comité "puso la política por encima de la paz" al no premiar a Trump. Aún más polémica fue la reacción del presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien cuestionó a Machado por haber solicitado apoyo en 2018 al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, a quien calificó de "criminal contra la humanidad". El galardón, que incluye una recompensa económica de 11 millones de coronas suecas, visibiliza la resistencia civil frente al régimen de Nicolás Maduro y otorga una plataforma internacional sin precedentes a la oposición venezolana, aunque también expone las profundas divisiones ideológicas en el continente.