Este llamado se produce en un contexto geopolítico donde las grandes potencias compiten por alianzas estratégicas y económicas a nivel global.

Un informe del Parlamento Europeo subraya la necesidad de que la Unión Europea fortalezca sus lazos con Latinoamérica, siempre y cuando se respeten los valores europeos de derechos humanos, transparencia y sostenibilidad. La preocupación radica en que la inversión y cooperación ofrecida por China y Rusia podría estar condicionada por intereses geopolíticos que no siempre se alinean con los principios democráticos. Por su parte, China ha manifestado que no buscará un nuevo “trato especial y diferenciado” en la Organización Mundial del Comercio (OMC), una postura que refleja su consolidación como potencia económica global. Pekín afirma que continuará defendiendo un “multilateralismo inclusivo” para que el desarrollo llegue a todos los pueblos.

En Colombia, la relación con China es vista como una “oportunidad estratégica” que va más allá de lo comercial, sugiriendo la posibilidad de diversificar alianzas en un mundo multipolar. El presidente ruso, Vladimir Putin, también ha hecho un llamado a un nuevo orden mundial, pidiendo a Occidente que permita a otras naciones resolver sus propios problemas con soberanía, un discurso que resuena con algunas narrativas en la región.