“Indicios muestran que la última lancha bombardeada era colombiana con ciudadanos colombianos en su interior.

Espero que aparezcan sus familias y denuncien”, declaró Petro.

La versión del mandatario fue posteriormente respaldada por un reporte del New York Times, que citando a dos funcionarios estadounidenses anónimos, confirmó la presencia de colombianos en al menos una de las embarcaciones destruidas. En respuesta a la solicitud de retractación de Washington, Petro redobló su postura y exigió a la Casa Blanca que revele la información sobre las personas fallecidas en los ataques: “Que la Casa Blanca nos dé la información de las personas que han muerto por misiles de los EE.

UU., para saber si mi información es infundada”.

El incidente ha provocado la condena de más de 60 ONG, que calificaron los ataques como “ejecuciones extrajudiciales” en una carta al Congreso estadounidense, y ha motivado una respuesta militar de Venezuela.