Las reacciones han sido mayoritariamente positivas, aunque con matices.

En Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu lo calificó como “un gran día para Israel”, y las familias de los rehenes celebraron con alivio.

En Gaza, también se registraron celebraciones populares.

A nivel internacional, líderes de Europa y la ONU aplaudieron el avance. En Colombia, el presidente Gustavo Petro atribuyó el acuerdo a la “presión mundial” que llevó a Trump a “decirle NO a Israel”, afirmando que “Trump ha aprendido, a pesar de su soberbia”. Por su parte, la oposición colombiana destacó el liderazgo del mandatario estadounidense. A pesar del optimismo, persisten dudas sobre la sostenibilidad del pacto, ya que la segunda fase, que abordaría el desarme y la gobernanza de Gaza, se considera más compleja.