La medida ha reavivado la polarización política y ha generado una enérgica respuesta del exmandatario.

En el marco de la sentencia que condenó a 28 años de prisión al exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, por el secuestro de Piedad Córdoba, la jueza tercera penal de Medellín, Claudia Castro, compulsó copias a la Fiscalía para que se investigue a los hermanos Uribe como presuntos determinadores de los asesinatos de los abogados Jesús María Valle y Eduardo Umaña Mendoza. La orden se sustenta en el testimonio del exparamilitar Francisco Enrique Villalba, quien aseguró haber participado en una reunión en 1997 en la finca «La Marranera», donde supuestamente estuvieron presentes los Uribe, Carlos Castaño y un «general Ospina». Según Villalba, en dicho encuentro se habló de «callar» a los defensores de derechos humanos que denunciaban vínculos entre paramilitares y la Fuerza Pública en Antioquia, departamento que Álvaro Uribe gobernaba en esa época. El expresidente Uribe reaccionó de inmediato, calificando la compulsa de «miserable» y basada en «una declaración fantasiosa, investigada hace años, sobre una reunión inexistente». A través de sus redes sociales, Uribe sostuvo que existe «rabia política» en los fallos en su contra y que las acusaciones ya habían sido desestimadas por la Fiscalía en el pasado. Esta nueva indagación se suma al proceso que ya enfrenta por fraude procesal y soborno a testigos, lo que intensifica el escrutinio judicial sobre su figura.