Este diálogo marca un cambio de tono significativo después de un período de tensiones comerciales y políticas. Durante la llamada, el presidente Lula solicitó a Trump la eliminación de los aranceles punitivos sobre los productos brasileños y la revisión de las sanciones comerciales impuestas al país. La conversación, según los informes, fue positiva y abrió la puerta a un posible encuentro futuro entre ambos mandatarios para profundizar la cooperación bilateral. Este acercamiento es relevante en el contexto de la política exterior de la administración Trump, que se ha caracterizado por una postura proteccionista y la imposición de aranceles a varios de sus socios comerciales. En el caso de Brasil, estas medidas habían generado fricciones, afectando sectores clave de la economía brasileña. El profesor de política internacional Paulo Velasco analizó el cambio en la relación, sugiriendo que podría responder a un reajuste pragmático por parte de ambas administraciones en busca de alianzas estratégicas en un escenario global cambiante.

Aunque no se han anunciado acuerdos concretos, la disposición al diálogo para revisar las medidas comerciales restrictivas es vista como un primer paso para reconstruir la confianza y fortalecer los lazos entre Washington y Brasilia.