Estas manifestaciones reflejan una creciente presión ciudadana sobre los gobiernos occidentales para que adopten una postura más crítica frente al conflicto.

En ciudades como Roma, Barcelona, Madrid, Dublín y París se han congregado multitudes con banderas palestinas y consignas como “Palestina libre”, “Alto al genocidio” y “Boicot a Israel”. Los organizadores en Roma calcularon la asistencia en “un millón” de personas, mientras que en Barcelona la policía estimó unos 70.000 manifestantes. Estas protestas, que se han desarrollado mayoritariamente de forma pacífica, también fueron motivadas por la reciente interceptación de la Flotilla Global Sumud por parte de Israel, que transportaba ayuda humanitaria y en la que participaban activistas de diversas nacionalidades. En Marruecos, el movimiento juvenil digital GENZ212 ha liderado manifestaciones por séptimo día consecutivo, no solo en apoyo a los palestinos y los detenidos de la flotilla, sino también para exigir reformas sociales internas.

La llamada “Generación Z” marroquí ha enviado una carta al rey Mohamed VI pidiendo su intervención, lo que evidencia una conexión entre la solidaridad internacional y el descontento local. En Londres, las protestas resultaron en al menos 355 arrestos durante una concentración en apoyo al grupo proscrito Palestine Action, mostrando la tensión que estas movilizaciones también generan en algunas capitales.