Se anunció la imposición de un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera de Estados Unidos, una medida drástica que busca proteger el negocio del cine estadounidense y que podría tensar aún más las relaciones comerciales de Washington con sus socios. El anuncio, realizado a través de la red social Truth Social, califica la medida como una respuesta necesaria para detener lo que Trump describió como el “robo” de la industria del cine por parte de otras naciones. “Para resolver este problema de larga data e incesante, impondré un arancel del 100% a todas las películas que se produzcan fuera de Estados Unidos.

¡Hagamos que América vuelva a ser grande!”, escribió el mandatario, quien también criticó al gobernador de California por no defender suficientemente a la industria local.

Esta decisión se enmarca en la estrategia económica que Trump ha impulsado desde su regreso a la Casa Blanca, donde los aranceles se han convertido en una herramienta central.

Previamente, ya había impuesto un gravamen general del 10% a casi todas las importaciones, seguido de tarifas sectoriales a metales, muebles y medicamentos.

La medida ha generado una fuerte preocupación en la industria cinematográfica global y en los estudios independientes, que ahora evalúan el impacto que tendrá en la distribución de sus producciones en el mercado norteamericano. La comunidad internacional teme que esta nueva fase de proteccionismo agudice las tensiones comerciales, afectando a países que dependen de la exportación de productos culturales hacia Estados Unidos.