La fiscalía lo había señalado como el “verdadero” responsable del entramado. La sentencia incluye una orden de ingreso inmediato en prisión y su ejecución provisional, lo que significa que no quedaría suspendida aunque el expresidente recurra la decisión. La fiscalía lo citará en el plazo de un mes para fijar la fecha de su encarcelamiento. Este veredicto se suma a otras dos condenas previas que pesan sobre Sarkozy por corrupción, tráfico de influencias y financiación ilegal de su campaña de 2012, una de las cuales ya le había costado la pérdida de la Legión de Honor, la más alta distinción francesa. El caso, que ha sido objeto de una larga y compleja investigación, ha expuesto las presuntas relaciones opacas entre el Elíseo y el régimen de Gadafi, y ha mantenido al expresidente en el centro de la polémica judicial durante años. La condena por asociación ilícita, aunque no por corrupción, confirma la existencia de una trama criminal para obtener fondos de manera ilegal, un hecho de enorme gravedad para un exjefe de Estado.