Mientras Israel intensifica su ofensiva militar, una creciente ola de países ha optado por reconocer formalmente a Palestina, un gesto diplomático que busca presionar por una solución al conflicto.

En el terreno, la situación es crítica. El Ministerio de Salud de Gaza advirtió que los hospitales podrían cerrar en cuestión de días por la falta de combustible, mientras la Media Luna Roja Palestina denunció el asedio al Hospital Al Quds. Los ataques israelíes se han recrudecido, con bombardeos en Ciudad de Gaza que han dejado decenas de muertos. En este contexto, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, intervino por videoconferencia en la ONU, instando a los países que aún no lo han hecho a “reconocer el estado de Palestina”. Su participación virtual se debió a que la administración Trump le negó el visado.

La respuesta internacional ha sido mixta.

Países como Francia, Reino Unido, Australia, Andorra y Malta se sumaron recientemente al reconocimiento de Palestina, un movimiento que China calificó como un reflejo de la “voluntad internacional”. El presidente colombiano, Gustavo Petro, fue más allá, proponiendo la creación de un “ejército de la salvación del mundo” para “liberar a Palestina” y detener lo que calificó de “genocidio”, una iniciativa que, según él, ha sido respaldada por Indonesia. En contraste, el presidente Donald Trump rechazó la idea, considerándola un “premio para los terroristas de Hamás”. España e Italia, por su parte, anunciaron el envío de buques militares para proteger a la flotilla humanitaria Global Sumud, que ha sufrido ataques con drones mientras transportaba ayuda a Gaza.