“Debe abrirse proceso penal contra esos funcionarios que son de los Estados Unidos, así se incluya al funcionario mayor que dio la orden, el presidente Trump”, declaró.

La reacción de la delegación estadounidense, liderada por Mike Waltz, fue abandonar la sala.

Posteriormente, un portavoz del Departamento de Estado afirmó que “las acciones de nuestra delegación este martes hablan por sí mismas” y que EE.

UU. se enfoca en la “acción y no en la retórica”.

Petro calificó este gesto como una muestra de “debilidad intelectual”.

Mientras tanto, su canciller, Rosa Villavicencio, defendió la intervención como “disruptiva”, asegurando que el presidente “dijo lo que mucha gente piensa, pero no se atreve a decir”.