Documentos filtrados, conocidos como los “Archivos Boris”, sugieren que Johnson recibió un pago de 240.000 libras esterlinas de un gestor de fondos de cobertura semanas después de un encuentro privado con Maduro en febrero de 2024, al que también asistió dicho gestor. Johnson ha negado haber recibido compensación y ha calificado las revelaciones de “tonterías”, asegurando que actuó como un “canal diplomático secundario”.

Sin embargo, la filtración de un contrato firmado con la firma Merlyn Advisors y una factura posterior han aumentado las dudas sobre la transparencia de sus acciones. Este escándalo financiero se entrelaza con la batalla legal por el oro.

Los lingotes fueron depositados por el Banco Central de Venezuela (BCV) como parte de sus reservas internacionales. El gobierno de Maduro ha intentado repatriarlos, pero el Reino Unido ha reconocido a la junta del BCV designada por la oposición, lo que ha bloqueado el acceso del gobierno chavista a los activos. La situación ha llamado la atención del Comité Asesor sobre Nombramientos Empresariales (Acoba) en el Reino Unido, que supervisa los empleos de exministros y ha calificado las respuestas de Johnson como “evasivas”.