Sin embargo, el plan enfrenta múltiples obstáculos.

El principal es la necesidad de una autorización de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, debido a las sanciones impuestas al régimen de Nicolás Maduro. Ecopetrol solicitó dicho permiso en noviembre de 2022 sin recibir respuesta.

Adicionalmente, la infraestructura, como el gasoducto Antonio Ricaurte, requiere una rehabilitación costosa que la estatal venezolana PDVSA no estaría en condiciones de asumir. La presidenta de la junta directiva de Ecopetrol, Mónica de Greiff, fue categórica al afirmar que “nunca va a llegar gas de Venezuela a Colombia” debido al riesgo de sanciones. Sorprendentemente, el ministro Palma respondió que “para traer gas de Venezuela no se necesita a Ecopetrol”, contradiciendo una orden previa del presidente Gustavo Petro, quien había instruido a la petrolera estatal a importar gas para generar competencia en el mercado.