Sin embargo, los principales bloques políticos ya han anunciado su rechazo.

Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, confirmó que la izquierda no votará a favor, afirmando que "le corresponde a Emmanuel Macron elegir a un primer ministro que permita gobernar y avanzar".

La extrema derecha también ha manifestado su negativa, dejando al primer ministro sin los votos necesarios para sobrevivir.

El ministro del Interior, Bruno Retailleau, aunque no espera un "movimiento de gran envergadura" durante la jornada de movilización del 10 de septiembre, teme que se produzcan "acciones espectaculares" que agraven la tensión social. Ante este panorama, el presidente Macron estudia la posibilidad de nombrar a un primer ministro socialista como una salida para zanjar la crisis, aunque la repetición de elecciones legislativas se plantea como un escenario cada vez más probable para resolver la inestabilidad que afecta al país.