“No existe causa legal para que el presidente me despida. No renunciaré”, afirmó, añadiendo que su abogado tomará “todas las medidas necesarias para evitar su intento de acción ilegal”. La destitución de Cook se produce en un contexto de constantes críticas de Trump hacia la Fed y su presidente, Jerome Powell, por no reducir las tasas de interés de manera más agresiva. La salida de Cook le permitiría a Trump nombrar a su cuarto miembro en la junta de siete gobernadores, consolidando su influencia sobre el organismo. Expertos y mercados financieros reaccionaron con preocupación, advirtiendo que la medida amenaza la credibilidad de la Fed en su lucha contra la inflación y sienta un peligroso precedente de interferencia política en la política monetaria.