En Argentina, el gobierno de Javier Milei ha enfrentado una "semana negra" después de que el Congreso frenara su paquete de reformas, conocido como la "motosierra". Además, su administración se ve salpicada por un presunto entramado de sobornos y corrupción que involucra a su hermana Karina y otros funcionarios. La situación se complica con una ruptura dentro del Instituto Mises, un influyente 'think tank' libertario, donde economistas han pedido que no se le otorgue un premio a Milei, argumentando que no es un científico y su conocimiento de la teoría económica es "superficial".

Por otro lado, en Europa, la relación entre Francia e Italia se ha tensado a raíz de comentarios del viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini, contra el presidente Emmanuel Macron por su postura sobre el envío de tropas a Ucrania. París convocó a la embajadora italiana por lo que consideró "declaraciones inaceptables", evidenciando una fisura entre dos importantes líderes de la derecha europea sobre la gestión del conflicto en Ucrania. Estos casos, tanto en América Latina como en Europa, ilustran los desafíos que enfrentan los gobiernos de derecha para mantener la cohesión interna y proyectar una imagen de estabilidad, en medio de escándalos de corrupción y desacuerdos en política internacional.