El asilo político otorgado por Nicaragua a Carlos Ramón González, exalto funcionario del gobierno Petro y prófugo por el escándalo de corrupción en la UNGRD, ha desatado una crisis diplomática entre ambos países. Colombia ha solicitado formalmente reconsiderar la decisión, mientras surgen cuestionamientos sobre la actuación de diplomáticos colombianos en Managua. González, exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE) e imputado por cohecho, peculado y lavado de activos, recibió la protección del régimen de Daniel Ortega, que en la práctica rechazó una solicitud de extradición. El Gobierno colombiano, a través de los ministerios de Relaciones Exteriores y de Justicia, manifestó su desacuerdo, argumentando que el asilo no aplica para delitos comunes y que la medida viola el tratado de extradición bilateral de 1929.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó la decisión nicaragüense como “inamistosa y agresiva”. Sin embargo, la postura colombiana ha sido criticada por su aparente contradicción, ya que el gobierno Petro concedió asilo previamente a figuras condenadas por corrupción, como el expresidente panameño Ricardo Martinelli. El escándalo se profundizó al revelarse que el encargado de negocios de Colombia en Managua, Óscar Muñoz, no solo gestionó la solicitud de extradición, sino que también habría ayudado a González a obtener su residencia y convivió con él en la sede de la embajada. Este hecho motivó a la Procuraduría a iniciar una inspección en la Cancillería para determinar las responsabilidades disciplinarias de los funcionarios implicados.
El presidente Petro, por su parte, sugirió que la decisión de Ortega responde a antiguas rencillas políticas.
En resumenLa crisis diplomática con Nicaragua por el asilo a Carlos Ramón González evidencia las complejidades de la política exterior colombiana. Mientras el Gobierno exige el cumplimiento de tratados, la presunta complicidad de sus diplomáticos y antecedentes de asilos concedidos a otros prófugos debilitan su posición y agudizan el escándalo.