La creación de una ‘Zona Económica de Paz, Unión y Desarrollo Binacional’ entre Colombia y Venezuela ha generado una fuerte controversia, enfrentando la visión gubernamental de integración económica con las críticas de sectores que advierten sobre una posible cesión de soberanía y el fortalecimiento de grupos armados ilegales en la frontera. El memorándum, firmado por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, y la ministra de Comercio de Colombia, Diana Marcela Morales, busca dinamizar el comercio, el turismo y el transporte en los departamentos de Norte de Santander, La Guajira y Cesar, y los estados venezolanos de Táchira y Zulia. Según Rodríguez, la iniciativa responde a un acuerdo entre los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro para “beneficiar a los pueblos de frontera”.
Sin embargo, la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco) ha calificado el anuncio como “gravísimo”, argumentando que “esto no es integración, es cesión de soberanía”. El gremio advirtió que la medida no fue debatida en el Congreso colombiano y podría derivar en “una gran zona gris cocalera” bajo el control del crimen organizado. La controversia se agudiza en un contexto de recrudecimiento del conflicto armado en la zona. El propio presidente Petro advirtió que la guerra entre el ELN y la Segunda Marquetalia se ha extendido a Venezuela por el control de economías ilícitas.
En respuesta, el dirigente chavista Diosdado Cabello aseguró que las fronteras del lado venezolano están “resguardadas al extremo”. Por su parte, el presidente Maduro exhortó a activar la zona económica y a “redoblar la lucha directa contra bandas violentas y criminales”, mientras que el ministro del Interior colombiano, Armando Benedetti, defendió la cooperación, afirmando que pelear con Venezuela sería “entregarle las fronteras a las mafias y al ELN”.
En resumenEl proyecto de zona económica binacional entre Colombia y Venezuela se encuentra en el centro de un intenso debate. Mientras los gobiernos lo presentan como una oportunidad para el desarrollo y la paz, gremios y críticos alertan sobre riesgos para la soberanía y la seguridad, en una frontera ya marcada por la presencia de economías ilícitas y grupos armados.