El gobierno de Sudán ha hecho un llamado directo y urgente a Colombia para que detenga el reclutamiento y envío de mercenarios a su país. La petición, realizada en español por el primer ministro Kamel Idris, pone de relieve la creciente participación de exmilitares colombianos en la guerra civil sudanesa, una situación que ha sido respaldada por el presidente Gustavo Petro. En un mensaje televisado, el primer ministro sudanés, Kamel Idris, instó a Colombia a contribuir al “fin del asedio” de la ciudad de Al Fasher, en Darfur, “poniendo fin al reclutamiento de mercenarios colombianos” que combaten para las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). El llamado se produce días después de que el ejército sudanés anunciara la muerte de decenas de colombianos en el derribo de un avión emiratí en una zona controlada por las FAR. Según informes, más de 300 exmilitares colombianos forman parte de una operación transnacional denominada “Lobos del Desierto”, reclutados a través de empresas de seguridad en Emiratos Árabes Unidos. El presidente Gustavo Petro reaccionó de inmediato al llamado, publicando en sus redes sociales: “Detener el mercenarismo en Colombia.
Jóvenes exsoldados y exoficiales, no se vendan.
Luchar por la patria, no morir en guerras ajenas”. El gobierno colombiano ya había radicado un proyecto de ley para prohibir el reclutamiento de mercenarios y adherirse a la Convención Internacional de la ONU de 1989 contra esta práctica, en respuesta a la participación de connacionales no solo en Sudán, sino también en Ucrania.
En resumenLa petición directa del gobierno de Sudán ha elevado el asunto de los mercenarios colombianos a una preocupación diplomática formal. Este hecho resalta la naturaleza transnacional del conflicto sudanés y presiona a Colombia para que acelere las medidas legales y prácticas destinadas a frenar el reclutamiento de su personal militar retirado para guerras extranjeras, un fenómeno que el propio presidente Petro ha condenado.