Las regiones más afectadas son Galicia, Castilla y León, y Extremadura.
En Galicia, los incendios en Ourense han superado las 16.000 hectáreas, una cifra histórica para la región. Mientras tanto, el incendio de Molezuelas de la Carballeda, entre Zamora y León, ha consumido más de 37.000 hectáreas, convirtiéndose en el más devastador de la historia reciente de España. La situación en Extremadura es crítica, con varias localidades aisladas y una solicitud urgente de refuerzos al gobierno central. La crisis ha dejado un saldo de tres personas fallecidas y decenas de heridos, además de la evacuación de más de 23.000 personas. El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, alertó sobre el "riesgo extremo de nuevos incendios" y calificó la jornada como "un día muy duro". Las condiciones meteorológicas extremas, conocidas como la "regla del 30" (temperaturas superiores a 30 °C, humedad inferior al 30% y vientos de más de 30 km/h), han creado el escenario perfecto para la propagación incontrolada del fuego. A esto se suman causas estructurales como la despoblación rural y la falta de gestión forestal, que han aumentado la cantidad de combustible vegetal disponible. El gobierno ha desplegado miles de efectivos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME) para combatir las llamas, que también han provocado el corte de infraestructuras clave como la línea de tren de alta velocidad Madrid-Galicia.