Una delegación bipartidista de senadores estadounidenses visitó Colombia, sosteniendo reuniones con el presidente Gustavo Petro, alcaldes y precandidatos presidenciales, en un contexto de crecientes tensiones y preocupaciones sobre la seguridad, la lucha antidrogas y la política exterior del país. La visita subraya el interés de Washington por mantener la histórica alianza, pero también deja ver las inquietudes sobre el rumbo actual del gobierno colombiano. Los senadores Bernie Moreno (republicano) y Rubén Gallego (demócrata), ambos de origen colombiano, expresaron su preocupación por el acercamiento de Colombia a Venezuela y China. Moreno cuestionó que Colombia estreche vínculos con China, a la que calificó como "una amenaza y un competidor estratégico de un aliado".
Por su parte, Gallego manifestó su disgusto por la cercanía con el gobierno de Nicolás Maduro.
Estas advertencias se producen en un momento en que Estados Unidos evalúa si descertifica a Colombia como aliado en la lucha antidrogas, una decisión que podría tener graves consecuencias económicas y de cooperación. El ministro del Interior, Armando Benedetti, se mostró optimista, asegurando que los congresistas ayudarían a que la certificación "salga bien". Durante los encuentros, los senadores insistieron en la importancia de la cooperación en seguridad y comercio, y elogiaron el potencial económico de Colombia. Moreno aseguró que si el país "fuera una acción en el mercado, apostaría al 100 % por ella", pero condicionó la inversión a la garantía de estabilidad y la lucha contra la corrupción. La delegación también se reunió con cinco precandidatos presidenciales y con alcaldes de las principales ciudades, a quienes Moreno señaló como los futuros líderes del país. La visita concluyó con una reunión en la Casa de Nariño con el presidente Petro, donde se buscó fortalecer el diálogo y la cooperación.
En resumenLa visita de una delegación bipartidista de senadores de EE. UU. a Colombia puso de manifiesto las tensiones existentes en la relación bilateral. Aunque se reafirmó la importancia de la alianza estratégica, las preocupaciones de Washington sobre la política exterior colombiana, la seguridad y la lucha antidrogas marcan un punto crítico, especialmente ante la inminente decisión sobre la certificación antidrogas.