Las regiones más afectadas incluyen Castilla y León, Galicia, Andalucía y Madrid.
La situación es particularmente grave en zonas donde las temperaturas han superado los 40°C, creando condiciones propicias para la rápida propagación del fuego. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, calificó la situación de "grave" y el país ha solicitado ayuda a la Unión Europea, pidiendo dos aviones especializados en la lucha contra incendios. La tragedia ha reavivado el debate sobre la necesidad de políticas de prevención más estrictas, incluyendo un manejo forestal sostenible y mayor inversión en tecnología de detección temprana. Expertos meteorológicos advierten que las condiciones climáticas podrían empeorar en los próximos días, con la posibilidad de tormentas secas que generarían nuevos focos. Esta crisis se enmarca en una ola de calor que afecta a gran parte de Europa, con temperaturas extremas también en países como Grecia y Alemania, lo que subraya la creciente amenaza del cambio climático en el continente.